CÓMO PROVEYÓ DIOS PARA EL HOMBRE

DEBIDO A QUE DIOS ES UN DIOS SANTO, no puede permitir el pecado en Su presencia. Adán y Eva habían pecado, por esa razón tenían que salir del huerto del Edén. El pecado siempre separa al hombre de Dios. Pero Dios tenía un plan. Un día Él mandaría a Su Hijo unigénito al mundo para morir por los pecados del hombre. Por Su muerte en la cruz, el Señor Jesucristo haría posible que el hombre fuera perdonado de su pecado y que volviera a tener comunión con Dios.

Mientras tanto, Dios proveyó para Adán y Eva. Les vistió con túnicas de pieles. La Biblia dice:

Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió
(Génesis 3:21).

Dios tuvo que matar animales inocentes para cubrir a dos personas que habían pecado.

Al matar animales inocentes para hacer túnicas de pieles para Adán y Eva, Dios les enseñó que:

. . . sin derramamiento de sangre no se hace remisión (perdón del pecado) (Hebreos 9:22).

Dios había provisto la forma en que Adán, Eva y sus descendientes podían volver a tener comunión con Él. Desde aquel entonces hasta que viniera el Señor Jesús como Salvador, la gente tendría que ofrecer corderos inocentes como sacrificio por sus pecados. Dios aceptaba estos sacrificios de animales porque quienes los ofrecían con fe esperaban la venida del Señor Jesucristo.

ADÁN TUVO DOS HIJOS cuyos nombres fueron Caín y Abel. Se les había enseñado la forma verdadera de adorar a Dios. Ellos sabían que Dios requería una ofrenda de corderos inocentes como un sacrificio por sus pecados.

LOS DOS HIJOS presentaron sus ofrendas al Señor. Caín trajo el fruto de la tierra como ofrenda, porque era agricultor. Pero Dios rechazó su ofrenda. Abel cuidaba ovejas. Él presentó como ofrenda un cordero y Dios la aceptó.

¿POR QUÉ SOLAMENTE LA OFRENDA DE ABEL FUE ACEPTADA POR DIOS?

Es importante saber por qué Dios aceptó la ofrenda de Abel, pero rechazó la de Caín. No fue porque Abel viviera una vida mejor que Caín. Tanto Abel como Caín eran pecadores.

DIOS ACEPTÓ la ofrenda de Abel porque éste ofreció un cordero, lo cual era un símbolo profético de Cristo, el Cordero de Dios. Abel reconoció que era pecador y trajo un cordero como ofrenda por sus pecados. Por fe Abel esperaba la venida del Hijo de Dios que moriría por los pecados del mundo.

DIOS NO ACEPTÓ la ofrenda de Caín porque éste presentó una ofrenda según su propia disposición y no como Dios había dicho. Caín pensó que el perdón de los pecados podía obtenerse por sus propios esfuerzos.

DESDE EL TIEMPO DE CAÍN Y ABEL siempre han existido personas que se acercan a Dios como pecadores confiando en el Señor Jesucristo, y también aquellos que quieren acercarse a Dios a su manera. Pero Dios no los ha aceptado y nunca aceptará a quien no venga por medio de Cristo.